"Barbi Couto acercó a la Biblioteca Virtual el libro Sobre los hombros de un gigante, Reflexiones sobre la propiedad intelectual y cultura libre, editado por La casa de los conejos. Lo abrí, y no hay otra manera de decirlo, lo devoré. Es eso, un libro para devorar y que alegra el corazón. Son tres textos breves, intensos y precisos escritos por Beatriz Busaniche, Juan Premat y Barbi Couto. Con ilustraciones de Sergio Nakasone.
Encontré en Sobre los hombros de un gigante, entre muchas cuestiones, los fundamentos teóricos que sostienen, por ejemplo, un espacio como el de la Biblioteca Virtual.
Los tres textos hacen foco en la lucha de quienes deberíamos conformar un movimiento social a favor del dominio público en un mundo conservador en el que el concepto de propiedad privada ha calado incluso entre quienes creemos afines por su sensibilidad."
Por Raúl Tamargo
"A finales de los años 80, me crucé en algún taller de escritura de Buenos Aires con un compañero mucho mayor que yo, nacido en 1917, que escribió el poema que transcribo más abajo y que tal vez sea un aporte más a alguno de los debates que se dieron en este sitio. Lo comparto por eso, pero también porque después de 30 años lo sigo recordando, y eso se lo debo a su belleza. Y también porque tengo la débil esperanza de que alguno de los 20000 miembros del grupo pueda contar algo más acerca de este poeta rosarino, a quien no volví a ver, de quien nunca supe nada, y se llamó Roberto Robiola.
Me dijeron
que se vendió
un libro mío
Me alegré mucho
Llegué a pensar
que podía vivir
de la poesía
Pero no puede ser
no soy un gigoló."
Por Daniela D. Pacilio
"Cada vez que alfabetizo en las cárceles y en las calles a quienes andan sin techo, me pregunto por qué y cómo es que estoy delinquiendo cuando les acerco el material para aprender -y también, para la apropiación y el disfrute de los libros que no pueden comprar, los relatos, la poesía, la belleza como derecho universal-. Lo hago en fotocopias o en pdf, en el pen drive, porque no puedo cargar con tantos libros en papel en el tren.
Y la respuesta a esa pregunta está ahí, al alcance del debate que debemos darnos y que sigue ausente. Mientras tanto, soy alguien que infringe la ley que nos rige desde 1933, y por eso debo ser penada con la cárcel porque dice que soy una delincuente, una ladrona. Cualquiera de nosotros que aprende o que enseña y hace uso de una fotocopia, en cualquier contexto o situación, está delinquiendo. Y el castigo es la cárcel. "
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