La Blanco Encalada, espacio de arte y cultura, por Alejandra Kogan


Por Alejandra Kogan

Desde La Blanco Encalada (espacio de arte y cultura) producimos y divulgamos contenido que tiene que ver con la producción simbólica nacional y tiene como único fin de ser un aporte a nuestra comunidad. Tenemos ganas de amplificar la capacidad de llegada y tal vez sean contenidos que puedan interesarles, conocer y divulgar. Ojala así sea, de este modo vamos tejiendo la gran red.  Nuestra página web:  www.lablancoencalada.org

 ***

Dentro del ciclo La Blanco Encalada te cuenta un cuento (argentino),
con la esperanza de ser compañía en estos extraños tiempos y al mismo tiempo difundir a nuestros narradores...


"haga lo que haga, dijiste,
se convertirá para siempre en lo que hice
(para luego decir)
Aun con toda mi buena fe
sé que contaré cosas que jamás existieron."
Wislawa Szymborska


Juan Forn

"Llevo más de quince años bajando cada día que puedo a caminar por la orilla del mar, o al menos a verlo, cuando el viento impide bajar del médano. En todos estos años, cada viernes, cada contratapa que mandé al diario, la entendí caminando por la playa, o sentado en el médano mirando el mar: por dónde empezar, a dónde llegar, cuál es la verdadera historia que estoy contando, de qué habla en el fondo, que tengo yo (o ustedes y yo) que ver con ella, qué dice de nosotros."

Los Viernes, las contratapas que cada viernes desde 2008 Juan Forn ofrecía a sus lectores en Pagina 12.
“Fiel a la máxima borgeana según la cual un escritor es más que nada un buen lector, se sumerge en los rincones más insospechados de la literatura, la música, el cine y la ciencia, en busca de las claves íntimas que definieron esos tiempos .
Forn lee y enseña a leer. Se mete- y nos mete- en los entresijos de lo público y lo privado, lo conocido y lo desconocido. Como un detective o un mago, tira de un hilo imperceptible y deja al descubierto el revés de la trama, lo inesperado, el secreto.
Cada vez que se termina de leer uno, es inevitable pensar.” Lo hizo de nuevo…pero ¿cómo lo hizo?
Los viernes ya nunca serán lo mismo…

Juan Forn (5 de noviembre de 1959, Buenos Aires- 20 de junio de 2021, Mar de las Pampas)
(Para escuchar hacer clic en el enlace azul)

El mar 

La inútil de la casa 

Nuestro Mark Twain 

Una mujer entera 

Abelardo y las máquinas que cantan 

El hombre que nos enseñó a tener frío 

Había una vez un pájaro 

La valija mágica 

Matar para vivir 

Mariposa negra 

***

 

Desde la Blanco Encalada intentamos difundir nuestra producción simbólica, parafraseamos a Edgar Bayley cuando dice:” nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada “ y para que no lo sea tanto, retorna el murmullo de estas voces, a veces olvidadas, de poderosas mujeres que hicieron de la pluma la delicia y el infierno. Maestras, pioneras, aquellas intrépidas, dejadoras de un fecundo camino abierto en la narrativa nacional.
Compartimos estos tres cuentos contados de Silvina Ocampo, Elvira Orphée y Aurora Venturini:

 Carta perdida en un Cajón  https://open.spotify.com/episode/1Cr4CJtlMgDHcSCqBmhL4I?fbclid=IwAR3kRKfAZdbiB_nmmzT-UoA5wqU96bLHed6WJnQ1v8J_uYhSBV9jdWxAnzM 

 Ay Enrique https://open.spotify.com/episode/5dLEiApD6fie9WC7Uec34i?fbclid=IwAR3AGAedR40zRjR9epFzUYPfHZvM-Hcx3Of0AjKj0Ebov8ckZuAY45Hr0tM

  El Tornado https://open.spotify.com/episode/6O7CyDd9bhkm0jBcg4k41c?fbclid=IwAR3kRKfAZdbiB_nmmzT-UoA5wqU96bLHed6WJnQ1v8J_uYhSBV9jdWxAnzM



A veces …el río llega a los dioses


Silvina Ocampo
(Nació en Buenos Aires en 1903 y murió en esta misma ciudad en 1993)
Escritora argentina, hermana de la escritora y fundadora de la revista Sur, Victoria Ocampo y esposa del narrador argentino Adolfo Bioy Casares. Autora deslumbrante por la calidad literaria de sus cuentos, sin embargo durante algún tiempo, a instancias de su círculo íntimo y de la crítica, fue valorada por la crueldad que imprimía a sus personajes. Nacida en el seno de una familia hondamente arraigada en los círculos culturales argentinos, su primera vocación artística la orientó hacia el cultivo de las artes plásticas; pero, tras recibir lecciones de pintura del Surrealista Giorgio de Chirico en Italia, abandonó los colores y la luz y se adentró en el mundo de las letras.
Las mayores contribuciones al género de ficción las realizó Silvina Ocampo con sus cuentos breves y su labor como ensayista y compiladora. Dentro de una de las tendencias congregadas en torno a la revista Sur, y constituida por autores de la talla de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Manuel Peyrou y Enrique Anderson Imbert, Silvina Ocampo apostó por la elevación de la literatura fantástica y policíaca a la categoría de géneros de primer orden.
En compañía de su esposo y de su amigo Borges, preparó una Antología de la literatura fantástica(1940) que se convirtió en una de las piezas emblemáticas de la mencionada corriente. Además,aquel mismo año los tres autores presentaron una Antología poética argentina. Posteriormente,volvió a colaborar con Bioy Casares, pero ahora en una obra de creación, la novela policíaca titulada” Los que aman, odian” (1946).
A partir de entonces se dedicó a la escritura de numerosos cuentos, que fueron viendo la luz
en sucesivas recopilaciones: en 1948 apareció el volumen titulado “Autobiografía de Irene”, al que siguieron los relatos de “La furia y otros cuentos” (1959), “Las invitadas” (1961), “El pecado mortal y otros cuentos” (1966), “Informe del cielo y del infierno” (1969), “Los días de la noche”(1970), “Y así sucesivamente” (1987) y “Cornelia frente al espejo”(1988). Los cuentos de todas estas recopilaciones están deformados por la extraña percepción de unos narradores incapaces de establecer cualquier pauta ética que les permita separar el bien del mal.
Por medio de este recurso en la composición estructural de sus relatos Silvina Ocampo consigue dejar plasmada una corrosiva crítica de las convenciones sociales de su tiempo, ya que su exagerado distanciamiento de cualquier pauta social establecida y de la realidad circundante pone un contrapunto de desasosiego -y a veces, de explícita crueldad- que amenaza con destruir el lenguaje y las estructuras tradicionales. Además de las obras ya mencionadas, Silvina Ocampo colaboró con el dramaturgo Juan Rodolfo Wilcock en la redacción del drama titulado “Los traidores”(1956).
Sus principales atributos narrativos fueron una inagotable imaginación, el desparpajo o la inocencia pueril de sus personajes para referir los hechos más terribles, la ironía y el humor negro.
 

Elvira Orphée
(San Miguel de Tucumán; 29 de mayo de 1922 - Buenos Aires; 26 de abril de 2018) fue una escritora argentina.
Nació el 29 de mayo de 1922 en San Miguel de Tucumán, localizado en la provincia homónima, a la cual ella se refirió diciendo "no es el paraíso terrenal. Quizás en septiembre sea su máximo esplendor porque en las calles hay naranjos y entonces están los azahares. Es para artistas del perfume". El apellido que la identificó a lo largo de toda su vida fue el de su padre, Orphée, que es de origen francés; sin embargo, también adoptó el apellido de su madre, Segura, de origen español. Pasó gran parte de su infancia postrada en una cama a causa de una salud débil. Emigró a fines de los años cuarenta a Buenos Aires, donde estudió Letras. Estuvo casada con el pintor Miguel Ocampo, padre de sus tres hijas: Laura, Paula y Flaminia, a quien acompañó como diplomático a Roma y donde trabó amistad con Alberto Moravia, Italo Calvino y Elsa Morante.
Regresó a Argentina y luego a París, donde en 1961 fue consejera de literatura latinoamericana para la editorial Gallimard.
Ha sido reeditada, por un lado con su novela Aire tan dulce (1966) bajo el sello Bajo la Luna (agosto de 2009 - Buenos Aires) y su novela Dos veranos (1956) bajo el sello Eduvim (Editorial de la Universidad de Villa María, 2013, Córdoba), en la colección Narradoras Argentinas, codirigida por María Teresa Andruetto, quien también hubiera rescatado su figura anteriormente en su blog Narradoras argentinas y en artículos publicados en el diario La Capital de Rosario.
Murió en Buenos Aires, a los 95 años de edad.
Bibliografía
Novelas
Dos veranos (1956)
Uno (1961)
Aire tan dulce (1966)
En el fondo (1969)
Su demonio preferido (1973)
La penúltima conquista del Ángel (1977)
La muerte y los desencuentros (1989)
Basura y luna (1996)
Cuentos
Las viejas fantasiosas (1981)
Ciego del cielo (1991)
Premios recibidos
1967 - Segundo Premio Municipal de novela, por Aire tan dulce
1969 - Primer Premio Municipal de novela, por En el fondo.
 

Aurora Venturini
nació en La Plata, Buenos Aires, Argentina en 1922. Estudió Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de La Plata. Fue asesora en el Instituto de Psicología y Reeducación del Menor, donde conoció a Eva Perón, de quien fue amiga íntima y con quien trabajó.
En 1948 recibió de manos de Jorge Luis Borges el Premio Iniciación, por El solitario. Formó parte de las Ediciones del Bosque de La Plata.
Se exilió en París tras la Revolución Libertadora, donde estudió Psicología y residió veinticinco años. En París vivió en compañía de Violette Leduc y trabó amistad con Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Eugène Ionesco y Juliette Gréco.
Estuvo casada con el historiador Fermín Chávez y ya de regreso a Argentina fue profesora de filosofía en el Escuela Normal Antonio Mentruyt de Banfield.
Ha traducido y escrito trabajos críticos sobre poetas como Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont, François Villon y Arthur Rimbaud, traducciones por las cuales recibió la condecoración de la Cruz de Hierro otorgada por el gobierno francés.
Es autora de numerosas obras literarias tales como Peregrino del aliento, El ángel del espejo, Panorama de afuera con gorriones, Poesía gauchipolítica federal o Venid amada alma pero el reconocimiento le ha llegado tardíamente gracias a los galardones Premio de Nueva Novela Página/12 y el II Premio Otras Voces, Otros Ámbitos, por su libro Las primas.
De ella dijo Vicente Aleixandre: “Aurora Venturini carece de estúpida cordura”.
Bibliografía:
Versos al recuerdo (1942)
El anticuario (1948)
Adiós desde la muerte (1948)
El solitario (1951)
Peregrino del aliento (1953)
Lamentación mayor (1955)
El ángel del espejo (1959)
Laúd (1959)
La trova (1962)
Panorama de afuera con gorriones (1962)
La pica de la Susona; leyenda andaluza (1963)
François Villon, raíx de iracunida; vida y pasión del juglar de Francia (1963)
Carta a Zoraida; relatos para las tías viejas (1964)
Pogrom del cabecita negra (1969)
Jovita la osa (1974)
La Plata mon amour (1974)
Antologia personal, 1940-1976 (1981)
Zingarella (1988)
Las Marías de Los Toldos (1991
Nosotros, los Caserta (1992)
Estos locos bajitos por los senderos de su educación (1994)
Poesía gauchipolítica federal (1994)
Hadas, brujas y señoritas (1997)
45 poemas paleoperonistas (1997)
Evita, mester de amor (1997), en colaboración con Fermín Chávez.
Me moriré en París, con aguacero (1998)
Lieder (1999)
Alma y Sebastián (2001)
Venid amada alma (2001)
Racconto (2004)
John W. Cooke (2005)
Bruna Maura-Maura Bruna (2006)
Las primas (2008)
PREMIOS
Premio Iniciación (1948)
Premio de Nueva Novela Página/12 (2007)
II Premio Otras Voces, Otros Ámbitos (2010)

 









***

Dentro del ciclo La Blanco encalada te cuenta un cuento (argentino) en cuarentena,
con la esperanza de ser compañía en estos extraños tiempos y al mismo tiempo difundir a nuestros narradores...
 
El Tigre . J. J.Manauta
 

La Vuelta mala. Cecilia Ferreiroa  

Camalotal en flor. Javier Lucero
  
 
El río va y viene pero tiene un rumbo. En nuestro litoral, en nuestro delta, las aguas son turbias, escondedoras de misterios …
“Yo no sé nada de ti... Yo no sé nada de los dioses o del dios de que naciste
ni de los anhelos que repitieras No sé nada...
O sé, apenas, que el guaraní te
asimiló
al mar de su maravilla...
y que ese puma de tu piel que te devuelve, intermitentemente,
el día
Pero no sé nada de ti.
Nada. Nada.
Y hace, sin embargo, diecinueve setiembres que te miro y te
miro.
Cómo,
entonces, cómo,
asumir tu duración sin probabilidad de disminuir
tu tiempo, tal vez, de dios?”
de este modo religioso le va cantando Juan l Ortiz al misterio del Paraná.

Compartimos cuatro cuentos donde el río también narra, cuenta. Se hace voz a través de estos cuatro autores, que desde su peculiaridad, se animan a embarrarse en sus orillas , a transcribir sus oscuras y a la vez bellas melodías.
Esperemos los disfruten 

 
Juan José Manauta
 

(Gualeguay, Entre Ríos, 1919 - Buenos Aires, 2013) ha sido incluido por los críticos en la generación argentina del ’55 marcada por el realismo. Heredero de Dostoievski, Faulkner y Dos Passos, Manauta supera el realismo de la protesta social con relatos que emergen entretejidos en nuevas tramas narrativas o a través de la mirada distanciadora de los personajes. Sobre la importancia de su obra discute Talita en el capítulo cuarenta de Rayuela de Cortázar. Juan José Manauta es profesor en letras egresado de la Universidad Nacional de La Plata, pero no ejerció la profesión. Obrero de imprenta, corrector de pruebas, periodista, empleado de seguros, corredor de libros, guionista de cine, fue amigo de Juan L. Ortiz, Amaro Villanueva, Carlos Mastronardi, Enrique Wernike, Pedro Orgambide, Bernardo Verbitsky. Sus obras, cuentos, novelas y poemas, han merecido entre otros la Faja de Honor de la SADE, el Premio del Fondo Nacional de las Artes, el Premio Fray Mocho, la nominación Fundación Konex, género cuento. Su novela Las Tierras Blancas, llevada al cine por Hugo del Carril, fue traducida al rumano y al checo. (De la contratapa del libro "Cuentos Completos")
Cronología

1919 Nace en el mes de diciembre en Gualeguay, en la provincia de Entre Ríos, Argentina.
"Mi madre era directora de una escuela infantil suburbana, así llamadas en Entre Ríos, escuelas de alfabetización destinadas a familias pobres. Bueno, yo nací allí. Seguro que tomé la historia de alguno de mis compañeros de esa infancia. De adulto empecé a recordar, porque no la escribí en Gualeguay sino en Buenos Aires... Odiseo [el personaje de la novela ’Las tierras blancas’] y sus amigos iban a la escuela de mi madre. Los conocí allí". (Entrevista de María Malusardi, Revista Nueva, octubre de 2000)
1929 Traba amistad con los poetas Carlos Mastronardi, Juan L. Ortiz y Amaro Villanueva.
"Juanele era amigo de mi padre; solía comprarle ejemplares de sus libros de poemas, esos que vendía en bicicleta por el pueblo. El contacto con él y la cercanía de la biblioteca, a cargo de Mastronardi, fueron fundamentales para mi formación". (Entrevista de Jorge Boccanera en el diario La Capital, 14 de marzo de 2004).
1937 Se recibe de Maestro Normal en la Escuela Normal de Maestros de Gualeguay, Entre Ríos.
1938 Viaja a la ciudad de La Plata para comenzar la carrera de Letras. Allí tiene como docentes a Pedro Henríquez Ureña, Amado Alonso, Arturo Capdevila y Ricardo Levene, entre otros. Durante los cuatro años que permanece en esa ciudad establece contacto con los poetas León Benarós, Vicente Barbieri, Alberto Ponce de León y Carlos Ringuelet, todos ellos testigos y críticos de sus primeros escritos.
"Esos años me dieron un ordenamiento de la literatura y me posibilitaron conocer a gente interesante que influyó en mi obra, como el entonces secretario de la Facultad de Humanidades, Juan José Arévalo, años más tarde presidente de Guatemala". (Entrevista de Jorge Boccanera)
El 8 de agosto nace su primera hija, Raquel.
1942 Obtiene el título de Profesor en Letras otorgado por la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina); aunque nunca ejercerá esta profesión.
Se instala en Buenos Aires, donde trabaja como vendedor de libros para la editorial Signos y comparte charlas con Carlos Mastronardi, Jorge Calvetti, Enrique Wernike, Raúl González Tuñón y José Portogalo.
1944 Se publica el libro de poesía "La mujer en silencio" (editorial Feria).
1946 El 14 de enero nace su segunda hija, Leticia Catalina.
1951 El 11 de abril nace Adriana Leonor, su tercera hija.
1952 La editorial Hemisferio publica la novela "Los aventados".
"La prosa me abrió un camino que yo estaba dispuesto a transitar aunque no fuera realmente lo que yo hubiese querido ser como escritor. Quería ser poeta. Es posible que yo haya acertado en dos o tres frases o en algún capítulo o en alguna parte de algún cuento como para satisfacer mi ansiedad poética."
1956 La editorial Doble P publica su novela "Las tierras blancas", que obtiene la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
"Es un punto de partida y de llegada. Tanto el aprendizaje de años anteriores como el ritmo del oficio adquirido en los siguientes, tienen como eje esa obra" (Entrevista con Jorge Boccanera).
1958 Aparece en la editorial Futuro su novela "Papá José".
1959 El 1º de febrero se estrena en Buenos Aires la película "Las tierras blancas", basada en la novela homónima de Juan José Manauta, con dirección de Hugo del Carril.
1960 El 28 de julio se estrena en Buenos Aires "Río abajo", con dirección de Enrique Dawi y guión de Juan José Manauta, sobre la obra homónima de Lodobón Garra.
1961 Recibe el Premio Fondo Nacional de las Artes por "Cuentos para la Dueña Dolorida", libro editado ese mismo año por la editorial Losada de Buenos Aires.
1972 El 30 de junio nace su cuarta hija, Adelaida.
1976 El 22 de julio nace Josefina, su quinta hija.
1980 La Sociedad Argentina de Escritores (SADE) le otorga la Faja de Honor por el libro de cuentos "Los degolladores", publicado ese año por la Editorial Corregidor, de Buenos Aires.
1985 Recibe el Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires por "Disparos en la calle", publicado por la editorial Emecé
1989 Se estrena en Buenos Aires el cortometraje "Tren gaucho", basado en uno de sus cuentos.
1994 Recibe el Premio otorgado por la Fundación Kónex -Diploma al Mérito- en la categoría Cuento: quinquenio 1984-1988.
1995 Editorial Corregidor publica la novela "Mayo del ’69".
Recibe el Premio Fray Mocho por "Colinas de Octubre" (Editorial de Entre Ríos)
1997 La Editorial Atril reedita la novela "Las tierras blancas".
1998 La Editorial Atril publica una antología de sus cuentos "El llevador de almas".
La cantante Liliana Herrero graba "Zamba del Lino", con música de O. Matus y letra de Juan José Manauta, incluida en el disco "El tiempo quizás..." (Ediciones de la Universidad del Litoral).
2007 La Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (EDUNER) edita "Cuentos Completos".
2010 Recibe de la Cámara de Diputados de la Nación el Premio "Mayor Notable"
2013 Fallece en la ciudad de Buenos Aires.
Bibliografía
"La mujer en silencio". Poesía. Juan José Manauta, editorial Feria, Buenos Aires, 1944.
"Los aventados". Novela. Juan José Manauta, editorial Hemisferio, Buenos Aires, 1952.
"Las tierras blancas". Novela. Juan José Manauta, editorial Doble P, Buenos Aires, 1956.
"Papá José". Novela. Juan José Manauta, editorial Futuro, Buenos Aires, 1958.
"Cuentos para la Dueña Dolorida". Cuentos. Juan José Manauta, Losada, Buenos Aires, 1961.
"Los degolladores". Cuentos. Juan José Manauta, editorial Corregidor, Buenos Aires, 1980.
"Disparos en la calle". Juan José Manauta, Emecé, Buenos Aires, 1985.
"Mayo del ’69". Novela. Juan José Manauta, Editorial Corregidor, Buenos Aires, 1995.
"Colinas de Octubre". Juan José Manauta, Editorial de Entre Ríos, Paraná, 1995.


Silvina Ocampo


(1903-1993) fue una escritora argentina, hermana de Victoria Ocampo y esposa de Adolfo Bioy Casares. Fue narradora y poeta, y su obra, junto con la de Borges, Cortázar, Arlt y Sábato, alcanza la cumbre de la literatura Argentina. Sus principales atributos narrativos fueron una inagotable imaginación, el desparpajo o la inocencia pueril de sus personajes para referir los hechos más terribles, la ironía y el humor negro, del que da una muestra el cuento que se publica a continuación
Creo que ella quería ser secreta. Deliberadamente elegía mantener un aura de misterio. Y su obra tiene algo tan peculiar que, creo, siempre será misteriosa.- dice mariana Enriquez autora de La hermana menor biografia de Silvina.

 
Cecilia Ferreiroa


Nació en 1972. Vivió su infancia en el exilio, primero en Venezuela, cerca de un año, y luego en México, hasta el regreso de la democracia. Es Licenciada y Profesora en Letras por la UBA. Es autora del libro de cuentos Señora Planta (Blatt & Ríos, 2016). Integró la Antología Cuento Digital Itaú 2012 y publicó narraciones en diferentes revistas literarias y culturales, entre otras, la revista Carapachay o la guerrilla del junco. Ha publicado reseñas en diferentes medios. Desde 2018 coorganiza el ciclo literario Lecturas y Licores.


Julián José Lucero 

Nació el 8 de mayo de 1982 en Sunchales, Santa Fe. Trabajó en la catedra de Morfofisiología vegetal y diversidad de plantas. Desde 2006 hasta 2009. Estudió teatro en la ciudad de Santa Fe. Actualmente es profesor de química en una escuela técnica de Sunchales. Trabajos suyos han integrado diversas antologías de cuentos.

 Para escuchar mas cuentos, cliquear sobre este enlace La Blanco Encalada

 

 ***

Desde La Blanco Encalada compartimos el libro virtual "Grandes Maestras de las Artes Plásticas Argentinas". Este libro virtual, de aproximadamente 50 minutos,  fue realizado por Marina Frascara, Mauricio Nizzero en conjunto con La Blanco Encalada. 
 
En él relevamos a quienes fueron las Maestras formadoras de las nuevas generaciones en la artes visuales, aquellas que ya no están entre nosotrxs pero nos han dejado como legado sus maravillosas obras.

Ellas tuvieron que soportar en muchos casos el ser invisibilizadas por una sociedad patriarcal.

Parafraseando a Marina Frascara : Mujeres, artistas, pioneras, atrevidas, feministas, instruidas, intuitivas, pasionales, comprometidas con su tiempo, imprescindibles, inolvidables. 

Hoy podemos y queremos emprender un camino distinto, abierto e inclusivo, para visibilizar esas realidades, pero también para construir desde lo colectivo la superación del tiempo patriarcal hegemónico y binario. Un comienzo para avanzar sobre las dicotomías, hacia la construcción de un todo integrado, despojado de prejuicios y que nos incluya a todes. 

Tomamos de la multiplicidad caleidoscópica y mágica a cinco mujeres:


ERNESTINA RIVADEMAR

La gran negada

Buenos Aires, 1870 -1950.

Ella fue la primera directora del Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata, a su cargo entre 1922 y 1930, edificio que sin embargo lleva desde hace una década el nombre de ‘Emilio Pettoruti’, su segundo director.

Fue negada por ser mujer y por ser activa gestora de un gobierno de corte nacional y popular como fue el gobierno de Hipólito Yrigoyen. Triunfa la historiografía Mitrista también en el relato de las artes plásticas erigiendo a Petorutti, quien fuera el director del museo durante  la década infame.

Tiene una gran participación en la vida social y cultural de La Plata de principios y mediados del siglo pasado.

Progresista para su época, estudia pintura en Europa gracias a una beca otorgada por el Estado y tiene una participación incipiente en el campo cinematográfico, en una película llamada “La ilustre desconocida”.

A pesar de haber sido una excelente pintora su obra en los museos es muy escasa.

 



 

RAQUEL FORNER

Buenos Aires, 1902 – 1988

Se recibe de Profesora de Dibujo con veinte años de edad egresando de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Participa en el 1er Salón Universitario de La Plata realizado para dar a conocer el arte argentino en distintas ciudades europeas.

De padres españoles viaja y conoce España, Marruecos e Italia. Se establece un tiempo en París con la familia y estudia en la Academia Escandinava. Conoce a Butler, Aquiles Badi, Bigatti, Marechal. Expone allí además con Figari, Torres García, Orozco, Rivera y al regreso a Buenos Aires funda con Guttero, Domínguez Neira y Bigatti los Cursos Libres de Arte plástico.

Obtiene todos los premios desde el tercero hasta el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Bellas Artes entre otros y expone individualmente en numerosas ocasiones en galerías del país y del exterior.

Su primera etapa de la pintura se la dedica a la guerra civil española y los desastres de la 2da guerra mundial. A partir de 1957 se orienta hacia la aventura del hombre en el espacio y cambia rotundamente su paleta y su estilo. Conserva el simbolismo en toda su obra.

Fue una mujer comprometida con su época, testimonió a través de su obra lo siniestro de la guerra y sus ideas allegadas al socialismo con la esperanza de un mundo más justo y solidario.

 



 

 LEONOR FINI

Buenos Aires, 1908 – París 1996.

Artista que se nutre en sus comienzos de las propuestas plásticas de Aubrey Beardsley, Gustav Klimt y los prerrafaelistas.

En 1933 de Trieste se traslada a París, momento de gran gestación cultural para la mentalidad occidental.

Entabla amistad con el universo de artistas surrealistas, entre elles Leonora Carrington, Paul Eluard, Dorotea Tanning, Max Ernst, Kay Sage, René Magrite, Eileen Agar. A pesar de lo cual con el tiempo se va distanciando debido a la postura del mentor del movimiento André Breton, independizándose del automatismo psíquico para ir hacia una figuración onírica.

Además de la pintura trabaja en ilustración, vestuario, máscaras y escenografías como Satiricón de Fellini, Las criadas de Jean Genet. Multifacética, se niega a ser catalogada ni en sus manifestaciones artísticas ni en los cánones de género expresando la identidad no como algo fijo sino abierta a la imaginación e inspiración.

Una mujer de vanguardia para su época, sus obras trasuntan su propia libertad sexual.

 



ELBA FABREGAS

Buenos Aires, 1918-1984.

Egresa como Profesora de Dibujo de la Escuela de Bellas Artes en 1947, más tarde realiza estudios de grabado en la Universidad nacional de Tucumán. Es discípula de Lino Enea Spilimbergo y de Enrique de Larrañaga.

También es poetisa, titiritera y juglar, dibujante y pintora

Publica poemas, ilustra libros y expone en galerías importantes de la época en Buenos Aires realizando varias muestras individuales y colectivas, y en países de Sudamérica, entre ellos Chile, Bolivia, Perú y Ecuador y en la Bienal de Arte Moderno de San Pablo en 1957. Obtuvo el Premio de Honor para Extranjeros en el Salón Municipal de Viña del Mar en 1955

Su obra revela a una dibujante de singular jerarquía: dibujar es expresarse a través de la línea, como la de Elba, que transmite sus vivencias frente a una naturaleza americana captada con espíritu profundo

Hoy es mi día, soledad

Por qué te llamas tanto en mi nombre,

por qué me aprendes de memoria el llanto

y te fugas para llegar de nuevo al labio de mi nombre.

Blanca loca, delgada, oliendo por los ojos la noche y el perfume.

Te has abrazado a mí para encontrarte porque te habías perdido.

Mi triángulo está vivo todavía,

no emerjas de él, críspate y muere toda.

Te echaré por el cráneo

como si viva y muerta pudiese ver lo más allá del día.

Oh soledad, piedra demente.

(del libro Piedra Demente)

 

 



JUANA ELENA DIZ

Buenos Aires 1925 (¿?)

Graduada de la Escuela de Bellas Artes M. Belgrano, asiste al taller de Vicente Puig.

Se incorpora al Grupo Muralista Espartaco en 1959, de vanguardia y resistencia durante los años 60, donde expone y trabaja hasta su disolución en 1968. Allí participan Ricardo Carpani, Juan Manuel Sánchez, Carlos Sessano, Mario Mollari, siendo referentes en la argentina del muralismo mexicano, el grupo propone desde las raíces de la realidad propia un arte de trascendencia universal, principio del movimiento americanista.

Elena Diz enfoca su trabajo en la imagen de la mujer indígena en sus diversas manifestaciones, se convierte en la única mujer del grupo y una de las primeras mujeres muralistas en argentina.

Una vez disuelto el grupo, se aleja de sus vínculos y no se conoce nada más sobre ella, muy pocas veces mencionada cuando se habla del muralismo. Su obra se encuentra en colecciones e instituciones argentinas y de otros países.

Elegidas un poco al azar como pétalos de un hasta ahora ignoto mándala de maravillas. De nuestras muchas veces ignotas por ignoradas maravillas.


 



 ********************

Historia del Arte Argentino. Otra mirada.

 
Desde La Blanco Encalada  te invitamos a descubrir "otra mirada" de nuestra propia identidad a través de las artes plásticas.
Descorriendo velos para mirar el lado oculto de nuestra historia a partir de ciertos acontecimientos en las artes plásticas.
 
Este viaje hacia nuestro interior, a la vez intuido pero al mismo tiempo desconocido y negado, lo haremos guiados por Rubén Borré (artista plástico argentino de laureada trayectoria).

 
 

 
 

***************
 
Obras de D.Diotti , J.Argento, R.Ponce, Rubén Sassano, M.Nizzero, Adriana Bonanni





 
 *****************
El Cuento Argentino
 
Desde La Blanco Encalada (espacio de dedicado al arte y a la cultura) nos interesa difundir a través de la narración, la voz hablada, nuestros cuentos. Siendo tan prolifera nuestra capacidad de narrar y teniendo a lo largo de nuestra historia y nuestra geografía tan maravillosos cuentistas nos parece muy importante, parafraseando al admirado y querido Saramago cuando se le pregunta sobre qué es lo que busca en la literatura, él responde:
- “Como cualquier otro lector, o escritor, me busco a mí mismo. Busco encontrarme en páginas, en ideas, en reflexiones, reconocer que somos algo más que esto que se presenta como ''realidad'', ése sigue siendo el mayor deslumbramiento”
Los invitamos a descubrirnos a nosotros mismos través de este viaje por las palabras... 
 *********************
Silvina Ocampo 
  
La Blanco Encalada te cuenta un cuento argentino... en cuarentena
 
Hoy Silvina Ocampo
 
Para escuchar hacé clic en el enlace:  

https://open.spotify.com/episode/4spAfhf4x0g5H1k3DP4sKJ
(El vestido de terciopelo)
 
Algo acerca de Silvina Ocampo
(Nació en Buenos Aires en 1903 y murió en esta misma ciudad en 1993)
Escritora argentina, hermana de la escritora y fundadora de la revista Sur, Victoria Ocampo y esposa del narrador argentino Adolfo Bioy Casares. Autora deslumbrante por la calidad literaria de sus cuentos, sin embargo durante algún tiempo, a instancias de su círculo íntimo y de la crítica, fue valorada por la crueldad que imprimía a sus personajes. Nacida en el seno de una familia hondamente arraigada en los círculos culturales argentinos, su primera vocación artística la orientó hacia el cultivo de las artes plásticas; pero, tras recibir lecciones de pintura del Surrealista Giorgio de Chirico en Italia, abandonó los colores y la luz y se adentró en el mundo de las letras.
Las mayores contribuciones al género de ficción las realizó Silvina Ocampo con sus cuentos breves y su labor como ensayista y compiladora. Dentro de una de las tendencias congregadas en torno a la revista Sur, y constituida por autores de la talla de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Manuel Peyrou y Enrique Anderson Imbert, Silvina Ocampo apostó por la elevación de la literatura fantástica y policíaca a la categoría de géneros de primer orden.
En compañía de su esposo y de su amigo Borges, preparó una Antología de la literatura fantástica (1940) que se convirtió en una de las piezas emblemáticas de la mencionada corriente. Además, aquel mismo año los tres autores presentaron una Antología poética argentina. Posteriormente, volvió a colaborar con Bioy Casares, pero ahora en una obra de creación, la novela policíaca titulada” Los que aman, odian” (1946).
A partir de entonces se dedicó a la escritura de numerosos cuentos, que fueron viendo la luz en sucesivas recopilaciones: en 1948 apareció el volumen titulado “Autobiografía de Irene”, al que siguieron los relatos de “La furia y otros cuentos” (1959), “Las invitadas” (1961), “El pecado mortal y otros cuentos” (1966), “Informe del cielo y del infierno” (1969), “Los días de la noche” (1970), “Y así sucesivamente” (1987) y “Cornelia frente al espejo”(1988). Los cuentos de todas estas recopilaciones están deformados por la extraña percepción de unos narradores incapaces de establecer cualquier pauta ética que les permita separar el bien del mal.
Por medio de este recurso en la composición estructural de sus relatos Silvina Ocampo consigue dejar plasmada una corrosiva crítica de las convenciones sociales de su tiempo, ya que su exagerado distanciamiento de cualquier pauta social establecida y de la realidad circundante pone un contrapunto de desasosiego -y a veces, de explícita crueldad- que amenaza con destruir el lenguaje y las estructuras tradicionales.
Además de las obras ya mencionadas, Silvina Ocampo colaboró con el dramaturgo Juan Rodolfo Wilcock en la redacción del drama titulado “Los traidores”(1956).

 
 
Foto: Sara Facio
 
  *********************
 
MIGUEL BRIANTE
 
La Blanco Encalada te cuenta un cuento argentino... en cuarentena

Hoy, Miguel Briante

para escuchar hacé clic en el enlace:

https://open.spotify.com/episode/4JZzC63DjPsBppV9y1UPXb… 
(Las hamacas voladoras)

Algo sobre el autor:

Fue un escritor, periodista, guionista y crítico de arte argentino. Literato que a los diecisiete años ganó con su relato Kincón el Primer Premio del Segundo Concurso de Cuentistas Americanos (premio organizado por la revista El escarabajo de oro y que compartió con Piglia, Rozenmacher, Gettino y Villegas Vidal). Nació el 19 de mayo de 1944 en la ciudad de General Belgrano, provincia de Buenos Aires. A los nueve años, se fue a vivir a Buenos Aires.
En su faceta de escritor dio a conocer su primer libro de relatos, Las hamacas voladoras, fue publicado por Falbo Editor en 1964 y luego reeditado por Puntosur y Página/12. En 1993 Alfaguara publicó una nueva versión de su única novela, Kincón, originariamente aparecida en 1975bajo el sello venezolano Monte Avila. Sus otros dos libros de relatos, muchos de los cuales forman parte de antologías del género, fueron Hombre en la orilla(Editorial Estuario, 1968), y Ley de juego (Folios Ediciones, 1983). Se suma a su producción literaria su obra periodística, y sus textos sobre artes plásticas, entre ellos El retorno del brujo que pinta (1969), Gómez: la caída de los dioses (1990), Gorriarena con todo (1993).
Entre 1967 y 1975 colaboró en los diarios y revistas como: Confirmado, Primera Plana, Panorama, La Opinión y Crisis. 'La Voz, Artinf y Vogue, entre 1967 y 1975 trabajó para Confirmado, Primera Plana, Panorama y La Opinión,entre 1977 y 1979 fue Jefe de Redacción de Confirmado, entre 1982 y1984 fue Jefe de Redacción de El Porteño. Fue crítico y editor de la sección de artes plásticas del diario Página/12 desde 1987 hasta su muerte. Allí aparecen sus mejores crónicas, críticas literarias, críticas de plástica.
Falleció el 25 de enero de 1995.

Publicaciones 
Las hamacas voladoras (1964). Falbo Editor.Reeditado por Punto Sur y Página/12
Hombre en la orilla (1968). Editorial Estuario.
Ley de juego (1983). Folios Ediciones.
Capítulo primero,
De más lejos
Kincón (1975). Monte Avila, Venezuela.
Kincón Texto en cursiva (1993). Nueva versión. Alfaguara.
Capítulo - comienzo
Textos sobre las artes plásticas
El retorno del brujo que pinta (1969)
Gómez: la caída de los dioses (1990)
Gorriarena con todo (1993) (incluye galería de cuadros)

 
Obra visual: Ricardo Ajler

*********************
ANTONIO DI BENEDETTO 
 
La Blanco Encalada te cuenta un cuento argentino... en cuarentena

Hoy, Antonio Di Benedetto 
 
Para escuchar hacé clic en el enlace: https://open.spotify.com/episode/5K6HfZ0x24kd2mt4R47O9W
(Caballo en el salitral)

Algo sobre el autor
 
Nació el 2 de noviembre de 1922, en Mendoza, Argentina. Estudio Derecho pero se dedicó al periodismo. El gobierno de Francia lo becó para realizar estudios superiores en esa especialidad. Como periodista fue subdirector del diario "Los Andes", y corresponsal del diario "La Prensa". En 1953 publicó su primer libro, Mundo animal, con el que inició su brillante carrera de escritor cuya cima fue la novela Zama. Los críticos han comparado sus trabajos al nivel de otros importantes escritores como Alain Robbe-Grillet, Julio Cortázar y Ernesto Sábato. Recibió la beca Guggenheim en 1974.
Durante la dictadura militar argentina del General Jorge Videla fue perseguido, apresado y torturado. Sufrió cuatro simulacros de fusilamiento. Fue excarcelado el 4 de septiembre de 1977 y se exilió en Estados Unidos, Francia y España. Regresó definitivamente a la Argentina en 1985. Murió víctima de un derrame cerebral el 10 de octubre de 1986 en Buenos Aires.
 
Publicaciones
Mundo Animal (1953).
Volamos (1953)
El pentágono (1955)
Año 1970 (1955)
Zama (1956)
Cuentos claros o grot (1957)
Declinación y ángel (1958)
El cariño de los tontos (1961)
Caballo en el salitral (1961)
El silenciero (1964)
Fragmento (1964)
Two stories (1965)
Los suicidas (1969)
El juicio de Dios (1975)
Absurdos (1978)
Cuentos del exilio (1983)
Sombras, nada más (1985)
Páginas escogidas (1987)


 
 
Obra: Ricardo Ajler, a quien tanto agradecemos.
 
 *********************  
ABELARDO CASTILLO
 
La Blanco Encalada te cuenta un cuento argentino... en cuarentena

Hoy Abelardo Castillo
para escuchar hacé clic en el enlace:
(La madre de Ernesto)
(Hernán)

Algo sobre el autor
Abelardo Castillo nació en Buenos Aires, el 27 de marzo de 1935. La familia se trasladó inmediatamente a San Pedro, donde el escritor vivió hasta los diecisiete años, y en 1952 regresó a Buenos Aires.
Publicó su primer cuento, "Volvedor", que ganó un concurso de la revista Vea y Lea. Junto con Arnoldo Liberman, Humberto Constantini, Oscar Castello y Víctor García Robles fundó la revista de literatura El Grillo de Papel, que fue prohibida en 1960 por el gobierno de Arturo Frondizi. En 1961 fundó y dirigió conjuntamente con Liliana Heker El Escarabajo de Oro que apareció hasta 1974.
Castillo ha sido uno de los grandes defensores del relato breve, y recibió una mención en el Premio Casa de las Américas (Cuba), categoría cuentos por Las otras puertas pero también ha cultivado el teatro, en 1963 su obra de teatro Israfel recibió el Primer Premio Internacional de Autores Dramáticos Latinoamericanos Contemporáneos del Institute International du Theatre, UNESCO, París y en 1964 El otro Judas obtuvo el Primer Premio en el Festival de Teatro de Nancy.
En 1969 conoció a la escritora Sylvia Iparraguirre, quien se convertirá en su mujer. A través de El Escarabajo de Oro, conoció al escritor Julio Cortázar. En 1974 cesó esta revista pero dos años después ya estaba involucrado en la revista El Ornitorrinco, junto a Liliana Heker y Sylvia Iparraguirre, esta publicación logró salir hasta 1985 y ha sido considerada una de las publicaciones más importantes en el campo de la resistencia cultural a la dictadura militar instaurada el 24 de marzo de este año.
Recibió en 1993 el Premio Nacional Esteban Echeverría por el conjunto de su obra. Y en 1994 el Premio Konex de Platino, otorgado por la Fundación Konex, al mejor cuentista argentino del quinquenio 1989-1993. En 2007 recibió el Premio Casa de las Américas de Narrativa José María Arguedas por El espejo que tiembla.
Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán, ruso y polaco.

Publicaciones
Relato:
Las otras puertas (1961)
Cuentos crueles (1966)
Los mundos reales (1972)
Las panteras y el templo (1976)
El cruce del Aqueronte (1982)
Las palabras y los días (1989)
Las maquinarias de la noche (1992)
Cuentos Completos (1998)
El espejo que tiembla (2005)
Novelas:
La casa de cenizas (1968)
El que tiene sed (1985)
Crónica de un iniciado (1991)
El Evangelio según Van Hutten (1999)
Teatro:
El otro judas (1959)
Israfel (1964)
Tres dramas (1968)
Obra: Ricardo Ajler

 *********************  
JULIO CORTÁZAR

La Blanco Encalada te cuenta un cuento argentino... en cuarentena

Hoy, Julio Cortázar

Para escuchar hacer clic en el enlace:

https://open.spotify.com/episode/3rHKVTNSnje75Kqr7dB3Y3…
(Preámbulo e instrucciones para dar cuerda al reloj)

https://open.spotify.com/episode/370LmiaECCQV6eDKSSkXdQ
(Sobre el cuento Cortázar nos dice...)

https://open.spotify.com/episode/4JtOkd3zm8ENgzq4LyzUo8
(Carta a una señorita en Paris..eso de andar vomitando conejitos...)

Julio Cortázar escribe en 1969 su texto “Manual de instrucciones”, primera parte del libro Historias de cronopios y de famas. Un manual es un texto prescriptivo dedicado a ordenar y regular algún tipo de acción. Remite a una serie de reglas preestablecidas que deben ser observadas. En el “Manual de instrucciones”, Cortázar establece una serie de preceptos que reglamentarán las acciones del destinatario: allí se establece, por ejemplo, cuáles serán las conductas adecuadas para tener miedo, para subir una escalera, para cantar, para darle cuerda a un reloj, etcétera como si el mismo cuerpo fuese un instrumento ajeno y extraño.

Poco antes de la muerte de Carol (su pareja ultima y muy amada), en febrero de 1982, Cortázar –siempre comprometido con la situación que se vivía en la Argentina- había proclamado un “Nuevo elogio a la locura”, publicado en el periódico La República, en París, el 19 de febrero de 1982, luego de enterarse de que “los sicarios de la junta militar argentina echaron a rodar la calificación de ‘locas’ a las Madres de Plaza de Mayo”. Decía entonces: “la locura merece ser elogiada cuando la razón, esa razón que tanto enorgullece al Occidente, se rompe los dientes contra una realidad que no se deja ni se dejará atrapar jamás por las frías armas de la lógica, la ciencia pura y la tecnología”. Y concluía más adelante: “Sigamos siendo locos, madres y abuelitas de la Plaza de Mayo, gentes de pluma y de palabra, exiliados de dentro y de fuera. Sigamos siendo locos, argentinos: no hay otra manera de acabar con esa razón que vocifera sus slogans de orden, disciplina y patriotismo. Sigamos lanzando las palomas de la verdadera patria a los cielos de nuestra tierra y de todo el mundo”.
Obra de Ricardo Ajler 
 
  *********************  
Compartimos  el V Capítulo de historia del arte argentino por Rubén Borré 
 
Los años ´40
 
 
Capítulos anteriores -para ver hacé clic en el enlace-
https://youtu.be/nDhmtXwGnSI Generación del '80. Cap. I
https://youtu.be/bIno5sCBtug   El Centenario. Cap. II
https://youtu.be/nxDYW6Auro4  Los artistas del pueblo. La Boca. Cap. III
 
********************* 

SARA GALLARDO

La Blanco Encalada te cuenta un cuento argentino... en cuarentena
Hoy, Sara Gallardo

Para escuchar, hacer click sobre los enlaces:

(Un secreto)

(El hombre en la araucaria)

(Los trenes de los muertos)

Sara Gallardo Drago Mitre (Buenos Aires1931-1988),

Hija del historiador Guillermo Gallardo, nieta del naturalista Ángel Gallardo y tataranieta de Bartolomé Mitre, se crió inmersa en la clase social que dirigió la nación desde 1880, materia de su escritura y marco en que se concibió a sí misma.

Corrosiva, pudorosa y asmática. Sus primeras ficciones datan de tiempo del surgimiento del peronismo. Enamorada del paisaje de confín, convierte en escenario de sus relatos la “América salvaje, imposible de catequizar”. Publicó Enero (Sudamericana, 1958/1962), traducida al checo y al alemán, Pantalones Azules (Sudamericana, 1963), Los galgos, los galgos (Sudamericana, 1968/Tusquets, 1997, Primer Premio Municipal y Premio Ciudad de Necochea: jurado: Leopoldo Marechal, Aldo Pellegrini y Juan Carlos Ghiano), Eisejuaz (Sudamericana, 1971); El país del humo (Sudamericana, 1977/ Alción 2003), las recopilaciones Páginas de Sara Gallardo por Sara Gallardo (Celtia,1987) Páginas de Sara Gallardo (Colección Escritores argentinos de hoy, Gedisa,1990) y Narrativa breve completa (Emecé, 2004).

Su último libro, La rosa en el viento (Pomaire, 1979), fue escrito en España, el primero de una serie de países por los que erró, junto a sus hijos, hasta el fin de su vida.

Sara Gallardo construyó una obra periodística monumental, encuadrada dentro del nuevo periodismo, para las revistas Confirmado y Primera Plana y luego para La Nación, de la que fue corresponsal en Europa. Publicó en Editorial Estrada relatos infantiles: Los dos amigos y Teo y la TV, 1974, Las siete puertas, de 1975, y ¡Adelante, la isla! (1982), de los cuales los relatos Las siete puertas/ Dos amigos han sido reeditados recientemente (Colección Mis autores, dibujos de Silvia Lenardón, Planta, 2008).

La inclusión de Eisejuaz en la Biblioteca de Clásicos Argentinos, que dirigió Ricardo Piglia y las persistentes referencias a su obra hechas por Leopoldo Brizuela, permitieron que fuera finalmente valorada como uno de los hitos más originales e intensos de la literatura argentina del siglo XX.

 Retrato: Ricardo Ajler, a quien tanto agradecemos.


*********************

Desde La Blanco Encalada compartimos el Sexto Capítulo de Historia del Arte argentino-otra mirada- por Rubén Borré

Los años '60 -Arte y política-

Obra: E.Carpani-los desocupados



*********************
 
Desde La Blanco Encalada lanzamos el 7 º Capítulo de Historia del Arte Argentino por Rubén Borré -otra mirada-
Los inicios (Arte precolombino)-quienes eramos antes de ser quienes somos
 

Los inicios -arte precolombino
"La conquista
Para despojar a los indios de su libertad y de sus bienes, se despoja a los indios de sus símbolos de identidad. Se les prohíbe cantar y danzar y soñar a sus dioses, aunque ellos habían sido por sus dioses cantados y danzados y soñados en el lejano día de la Creación. Desde los frailes y funcionarios del reino colonial, hasta los misioneros de las sectas norteamericanas que hoy proliferan en América Latina, se crucifica a los indios en nombre de Cristo: para salvarlos del infierno, hay que evangelizar a los paganos idólatras. Se usa al Dios de los cristianos como coartada para el saqueo.
América Latina trata a sus indios como las grandes potencias tratan a América Latina."
Eduardo Galeano 
Foto: Mujeres mapuches
 
 *********************
 
Dentro del ciclo La Blanco Encalada te cuenta un cuento (argentino) en cuarentena,
con la esperanza de ser compañía en estos extraños tiempos y al mismo tiempo difundir a nuestros narradores.
 
Héctor Tizón
 
Tizón, que disfrutaba sentarse en una piedra a ver cómo corría el río, dijo alguna vez: 
"El olvido es más fuerte e irremediable que la muerte. Sólo está muerto aquéllo que definitivamente hemos olvidado".
 
“Para mí, la frontera es, ante todo, misteriosa. Porque no es el país sino su límite y eso la emparenta con lo extranjero, con otras culturas, con otras formas de ver y de sentir. Por eso se la asocia con el intercambio pero además, la frontera es muy significativa también como imagen del borde, de la cornisa. En verdad, no creo que la Argentina se sienta distinta o se vea menos desde aquí, su norte más norte. Cuando me preguntan por qué diablos vivo acá lo primero que contesto es que ya nada es lejos de nada. La distancia hoy no se mide en kilómetros ni en millas, sino en dólares y cada vez más asequibles. Y en segundo lugar, creo que un escritor lo que necesita, básicamente, es tiempo y el tiempo en las ciudades grandes es muy caro. Aquí, en cambio, el tiempo es barato. ¿Ve? (señala hacia una plaza). Aquellas mujeres están hablando de la vida, que quiere decir hablando un poco de todo o charlando de nada, sólo por charlar. Pueden pasar meses así. No las apura nadie. Yo siento lo mismo. Me levanto temprano por la mañana y mientras el sol me llena de luz el escritorio, escribo. Si me empantano, renuncio a la computadora y sigo a mano. Soy juez, leo, converso con la gente, duermo la siesta… para mí la frontera es rica, muy rica.”
 
“Sus libros huelen a tierra seca. El viento pasa las páginas. La memoria es remolino. Se escuchan las voces del paisaje. Un paisaje que oscila entre ser siempre el mismo y desaparecer. El horizonte no es más que una excusa para mirar hacia adelante. Los personajes llevan el pasado a cuestas, se rozan y sacan chispas de tanto frotar sus recuerdos.”
Héctor Tizón nació el 21 de octubre de 1929 en Yala, provincia de Jujuy. Fue diplomático en un corto período, desde 1958 a 1962. Como agregado cultural en México, se vinculó con escritores de la talla de Juan Rulfo, Ernesto Cardenal, Ezequiel Martínez Estrada, Augusto Monterroso y Tomás Segovia. Y fue en tierra azteca donde publicó su primer libro, A un costado de los rieles, en 1960. También fue cónsul en Milán, para abandonar la diplomacia en 1962 y ya de regreso en Argentina, desempeñar brevemente el cargo de ministro de Gobierno, Justicia y Educación. Casado con la filóloga Flora Guzmán, tuvo tres hijos, y vivió el exilio desde 1976 a 1982, residiendo a lo largo de su vida en México, París, Milán y Madrid.
 
Al retornar a su país, fue Juez de la Corte Suprema en su tierra natal, y a lo largo de su vida, a su actividad profesional como juez y escritor, le sumó el de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, cargo otorgado por el gobierno francés.
Su obra ha sido distinguida con varios premios. Ganó el premio Casa de las Américas en 1969 por Fuego en Casabindo. Recibió en 1996 el Premio Academia y Premio Consagración Nacional, y el Prix des DeuxOceans, en Francia, en 1999, por su novela Extraño y pálido fulgor; y el Gran Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes en 2002. Sus libros fueron traducidos al francés, inglés, ruso, polaco y alemán.
En el año 2007 se estrenó la película El destino, del realizador cinematográfico Miguel Pereira, inspirada en El hombre que llegó a un pueblo, de Héctor Tizón. Este film obtuvo el Premio del Jurado Ecuménico del Festival Internacional de Karlovy Vary (2006).
 
El hombre que experimentó el desarraigo, al regresar, volvió a su Yala natal, un pueblito de 800 habitantes, donde se dedicó enteramente a su profesión de juez y a escribir. Cuentan que en la vasta biblioteca de su padre, aprendió a leer y que alguna vez, de niño, se cuestionó si iba a escribir en la lengua de los primeros libros que ganaron su asombro, los del Siglo de Oro español; o si por el contrario, lo iba a hacer con el habla de Jujuy, tachonada de aportes quechuas. Es que justo él vivía por elección en un lugar tan lejano para muchos, que le significaba tanto. Murió el 30 de julio de 2012 en San Salvador de Jujuy
 
 
El Traidor venerado: 
 
 Mazariego:
 
El llamado:
 
Caballo Viejo:
 
Para escuchar los cuentos hacer clic en el enlace:
 
 
 
 
                                                        *********************
 
Dentro del ciclo La Blanco encalada te cuenta un cuento (argentino) en cuarentena,
con la esperanza de ser compañía en estos extraños tiempos y al mismo tiempo difundir a nuestros narradores...

Samanta Schweblin
“El límite entre lo posible y lo imposible me parece la zona más literaria y atractiva”


 
Para escuchar, hacer click sobre los títulos

 
 
 
Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1978. Estudió Imagen y sonido y con veintitrés años ganó el primer premio del Fondo Nacional de las Artes y el primer premio del Concurso Nacional Haroldo Conti con su primer libro El núcleo del Disturbio, publicado en 2002. En el 2008 obtuvo el premio Casa de las Américas, por su libro de cuentos Pájaros en la boca, y la beca FONCA de residencias para artistas del gobierno Mexicano.

BIBLIOGRAFÍA
Relato:
El núcleo del disturbio (2002)
Pájaros en la boca (2009)
La pesada valija de Benavides (2010)
Antologías:
Cuentos Argentinos (2004)
La joven guardia (2005)
Una terraza propia (2006)

PREMIOS
Premio del Fondo Nacional de las Artes 2001
Concurso Nacional Haroldo Conti 2001
Premio Casa de las Américas 2008
Premio Juan Rulfo 2012


(Entrevista Tiempo / PANÓPTICO / Marzo de 2018
Carlos Barragán, Gonzalo Sevilla)
Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978) es una de las cuentistas más reconocidas del panorama literario actual. Con su novela corta Distancia de rescate quedó finalista del Premio Man Booker International Prize en 2017.

¿Qué aspectos de la infancia cree que favorecieron su vocación artística?

Yo era muy tímida, la sola idea de que alguien se acercara a hablarme me aterraba. Y enseguida descubrí —en los recreos del colegio, en los cumpleaños, en los domingos con la familia—, que en cuanto abría un libro se me respetaba ese aislamiento: “dejen a la nena, que está leyendo”. Abrir un libro era cubrirse con un manto invisible, era sacar un cartel de “no molestar”. Todo lo que tenía que hacer era mirar fijamente las páginas. Otro gran descubrimiento fue que, si desobedecía las consignas de algunas tareas y, por ejemplo, en lugar de una monografía escribía un cuento, me felicitaban. Era un poco desconcertante al principio: no hacía lo que se me había pedido, no investigaba sobre el tema que había que estudiar, me llevaba sólo unos minutos de libre escritura, y me ponían unas notas radiantes. Me acuerdo de la furia de mis compañeros ante semejante injusticia. Leer y escribir eran dos caras de una misma estafa: no estar, y no participar, era lo mejor que tenía.

Su primera inclinación artística fue el cine. ¿Qué han aportado a sus cuentos sus estudios cinematográficos, sus gustos por David Lynch y Michael Haneke?
Tuve muchas dudas de si meterme en la carrera de cine o en la de letras. Ya estaba muy metida en la escritura, iba a talleres literarios y casi todos optaban por meterse en letras. Pero creo que al final el cine me enseñó mucho más acerca de cómo contar una historia de lo que me hubiera enseñado una carrera más teórica. Las cátedras de guion y sobre todo las de montaje me dieron notas, tips y consejos en los que sigo pensando cuando escribo.

Muchas veces decir que un escritor escribe como Kafka es un cliché, pero mi primera impresión al leer Pájaros en la boca fue esa. En las entrevistas dice que con Kafka empezó todo. ¿Qué tiene su prosa de kafkiano?

Nada que no tengan muchos otros grandes cuentistas, Kafka nos marcó a todos. Los errores judiciales, el poder autoritario, las alegorías sobre el funcionamiento de la democracia, el sinsentido de muchas cosas. Supongo que me marcó por su contemporaneidad, por lo rotundo que sigue siendo con muchas de sus historias.

Usted divide sus influencias en dos: las ideas que le aportaron Beckett, Vian o Buzzati, y luego la técnica, que cogió de los norteamericanos Carver, Salinger o Cheever. Son dos polos opuestos. ¿De esa contradicción nace Samanta Schweblin?

A mí me cuesta verlo como una contradicción; tan cercana que me siento a ambas tradiciones. Y también está la tradición del fantástico rioplatense, de Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar, Antonio Di Benedetto, Felisberto Hernández. Seré un mix de todo eso, y de cada uno adoro distintas cosas. Qué bueno que se puedan elegir los maestros, y que uno pueda leerlos una y otra vez, y dejarse influenciar cada vez de un modo diferente.

¿Cree que su estilo tiene similitudes con el de Alejandro Zambra, aséptico, aunque en la temática sean tan diferentes? Bolaño decía en uno de sus libros que hay palabras que no necesitan ningún barniz.

Ojalá las tenga, me gusta mucho la prosa de Zambra. Y ojalá de todas formas conservemos cada uno nuestra voz.

En sus influencias hispanoamericanas menciona a Cortázar, Bioy y Rulfo. Estos autores se inscriben en esa literatura donde todo sucede en un plano realista, pero con elementos que rozan lo fantástico, lo onírico. ¿Escribir entre esos límites de lo conocido y lo no conocido dificulta el proceso creativo?

En mi caso, en la búsqueda particular que yo sigo en mi propia escritura, yo creo que más que dificultarlo lo potencia. Ese límite entre lo posible y lo imposible, entre lo conocido y lo desconocido, me parece la zona más literaria y atractiva. Creo que busco ese límite en cada una de mis historias.

¿El hilo común que comparten los cuentos de sus libros es premeditado?

¿Hay un hilo común? No sé si esto lo veo tan claro. Yo pienso en cierto clima, una atmósfera de cierta densidad e incertidumbre que necesito para avanzar en cualquier historia, y algunos temas sobre los que siempre estoy rondando: la incomunicación, la muerte, el miedo a la pérdida.

Ha dicho muchas veces que lo que más le ha influido de la narrativa de Julio Cortázar es la búsqueda constante de nuevas formas. ¿Cómo es su propio proceso de investigación literaria?

A veces se dice que todo ya está escrito. Quizá sea cierto que ya se ha escrito sobre todos los temas —muy cierto, de hecho, porque al final los temas en lo que nos interesa pensar, y probarnos a nosotros mismos cuando leemos y escribimos—. Pero un cuento, o una novela, no son “un tema”. Hay algo que debe ser contado, y hay una forma particular de contarlo —una mirada única que cada uno de nosotros puede conferir—, el choque de estas dos formas genera algo único. Un “modo particular” (un recurso, un narrador, un ritmo, un estilo, una voz) configura también cientos de limitaciones: si elijo una voz de una mujer conservadora del Opus Dei que se crió en México, pero ahora vive en Holanda, ya hay muchísimas decisiones e ideas y recorridos que no puedo tomar, porque no serían posibles, o verosímiles. Y a veces son estas imposibilidades las que nos empujan hacia las nuevas formas, a hacer recorridos que no se habían hecho antes. Cuando uno lee a Cortázar cada cuento tiene una configuración muy clara de sus limitaciones, en una o dos líneas ya hay todo un panorama muy claro de las leyes internas que funcionan para esa historia en particular.

Dice que sus cuentos nacen de una imagen.

Todas mis historias nacen con alguna imagen que me llamó la atención, que de alguna manera sentí incompleta y, por lo tanto, instintivamente, se fue completando en mi cabeza durante un tiempo. Pero las imágenes cambian, una conduce a otra, y me gusta dejarlas atrás, no atarme sino todo lo contrario, dejar que el cuento, en cuanto se vuelve algo más armado y orgánico, dicte también con sus propias reglas qué le falta y qué le sobra.

Es interesante que desde sus inicios quisiera desmarcarse de temas considerados “femeninos” como la maternidad o el amor; ahora dice que siempre los ha abordado desde un lado monstruoso. Hay un cambio visible en Distancia de rescate.

Siempre estuvieron esos temas. La maternidad, la familia, el amor. Pero cuando publiqué mi primer libro era muy nena todavía, muy ingenua, y me molestaba mucho, muchísimo, todo lo que se llamaba “literatura femenina”. Sentía que era un lugar sonso y empalagoso del que debía huir con todas mis fuerzas. Entre mis quince y mis veinte, cuando empecé a leer literatura adulta por mi cuenta, sólo leía hombres. Por supuesto, no era una búsqueda consciente, sólo leía lo que me recomendaban otros amigos y profesores, lo que encontraba en las mesas de las librerías. Había que elegir entre Carver, Salinger, Cheever o Isabel Allende, y por supuesto yo sentía que los primeros me llegaban de una manera mucho más personal y tangible que la segunda. Hoy leo más mujeres que hombres —y otra vez, no por una búsqueda consciente, sigo recomendaciones—, y cada vez son más las mujeres. Es notable.

Sus diálogos, a veces tan claros, conducen a la ambigüedad. ¿El escritor es capaz de controlar las dobles interpretaciones?

Por supuesto. O al menos me gustaría pensar que sí, que somos capaces. Es algo en lo que suelo reflexionar bastante. Mira, por ejemplo, yo soy muy mala lectora. Soy una abandonadora empedernida de libros. Me quedo siempre dormida en las mejores partes. Puedo empezar un libro en la página 40, leerlo hasta la 45 y no volver a darle nunca más otra oportunidad. Soy injusta, tiránica y vaga. Pero luego, como escritora, trabajo como si realmente el lector fuera algo que uno puede controlar, cuando evidentemente no es cierto. Pero aun así, prefiero trabajar convencida de que ese control es posible, aunque eso implique un lector ideal y entregado que en realidad no existe, un lector que yo misma nunca he sido.

Si algo caracteriza su obra es la creación de atmósferas, que es una forma muy difícil de describir sin adjetivos. Me recuerda a El Llano en llamas, de Rulfo.

No sé, quizás es así como más natural lo siento. A veces los adjetivos entorpecen más de lo que ayudan, y le restan a las palabras el poder que tienen por sí solas, las decoloran, las tuercen. Siento que, cuanto más fuerte y concreto es lo que quiero decir, menos palabras debería utilizar. Y para avanzar en una historia siempre necesito algo de atmósfera, es el espacio en el que crece la tensión, y sin la tensión no siento que tenga derecho a retener a un lector en lo que estoy escribiendo.

The New Yorker destaca de Distancia de rescate la tensión narrativa. Es un libro para leer de una sentada. ¿De qué recursos se vale para construir el ritmo interno de sus cuentos?

Hay mucha intuición. Ya conté lo mala lectora que soy, que me disperso tan fácilmente, pierdo mi atención, abandono los libros. Y es ese lector —yo misma a mis espaldas—, con el que me veo obligada a escribir. Así que supongo que esa es una de las razones por las que necesito tanta tensión y atención sobre lo que escribo. Y ese sea quizás el recurso más importante de todos, o al menos, la pista de cómo ir avanzando: escribo muy atenta a mi cuerpo, al impacto que cada palabra o cada línea tiene sobre mi propia atención. Si la historia me abruma demasiado, no funciona. Si la historia me suelta demasiado, tampoco, y lo que sea que prometí en el medio, para mantenerme atenta, tengo que entregarlo en las últimas páginas. Si no, el recorrido no habrá servido de nada.
 
***
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario