Por Selva Dipasquale
Nuestra Biblioteca es potente y frágil
a la vez. Poderosa porque es pública y gratuita y por su poder de comunicación.
Vulnerable porque con un solo clic puede desaparecer.
Implica un hacer delicado como una
tela de araña que estamos aprendiendo a tejer entre todos. Tal vez lo ideal
sería que este espacio funcionara sin ningún tipo de organización o
coordinación. Que fuese realmente nuestra en todos los sentidos. Y que cada uno
supiese de antemano cuál es su rol, qué material enviar, cómo clasificarlo, con
qué frecuencia participar, cómo dialogar con los otros miembros y que las
publicaciones se aprobaran automáticamente. Un modo de funcionamiento en el que
nadie imponga su brillo pero cada uno muestre su estrella. En realidad, tenemos
que participar en esta Biblioteca con esa intención, sintiendo que cada uno de
nosotros trabaja de manera coordinada con los otros miembros para que el tejido
sea resistente. Y saber que cada vez que enviamos material para publicar,
hacemos un comentario, dialogamos con otros, este no es nuestro muro de
Facebook sino el muro de la Biblioteca. No estamos difundiendo lo propio sino
contribuyendo al Nosotros. Hay una línea delgada entre difundir lo propio y
aportar al conjunto. Pero de eso se trata, de que pensemos en esa delicadeza
tan necesaria por estos días y no sólo en la Biblioteca. Quienes en abril
propusimos este sitio y los que se fueron sumando para coordinar sabemos que,
dada su fragilidad, no es posible funcionar sin coordinación. Al poco tiempo
desaparecería. Porque al ser un espacio público - lo que defendemos una y otra
vez- recibe mensajes y material inadecuado, o la intromisión de personas que
restan. La BV tiene un muro, un afuera y un detrás del muro en el que
desarrolla un trabajo hermoso que implica tiempo: Chequear si un libro que
remiten para publicar ya está en el sitio, si la editorial o el autor autorizan
la publicación, organizar una lectura, catalogar, seguir pensando más propuestas,
recibir propuestas, sumar a otros en la coordinación, moderar comentarios,
aprobar el ingreso de nuevos miembros.
Y para que estas tareas sean posibles
tiene que existir confianza por parte de todos los miembros en el trabajo de la
coordinación. Confianza ¡Qué palabra!
Hagamos de este este espacio una
práctica de la delicadeza, la confianza y la solidaridad.
Obra visual: Tomás Saraceno.
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