Caligrafías en danza, por Karina Lerman y María Cecilia Piscitelli

Por Karina Lerman y María Cecilia Piscitelli 

  

 Les compartimos junto a María Cecilia Piscitelli una nueva entrada de “caligrafías en danza”.

En esta ocasión, el cuerpo en sus compases y esperas. Una posible metamorfosis que acerca y aleja el peso mismo de las palabras en “vuelo”.
En diálogo musical
Bruno Malinverni
,
María Cecilia Piscitelli
Les invitamos a leer y escuchar👇

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 CALIGRAFÍAS EN DANZA. 2021


Aproximamos a la coreógrafa Pina Bausch, sus escenarios de danza teatro, para dar cuenta de la intensidad y expansividad de los cuerpos. Sus motivaciones. Sus caligrafías devienen de un ejercicio de introspección.

Cuerpo- aullido

Todo nacimiento es aullido. Cuerpo aullido en la textura de una poiesis. Nos iniciamos en un latido hacia una latitud que pulsa "isla", " cascada", "brote". Hay algo de mí, en los cuerpos, que buscan escriturar un borde, contornear la letra como molécula, como fibra. Un ir y venir, el temblor en los movimientos danzantes al son de un instante fecundo.

La sonoridad del cuerpo pide hilarse. ¿El grito en el ritmo que alberga la vida? ¿El ritmo en el grito que queda coagulado?

 
" Cuerpo aullido"

De: María Cecilia Piscitelli

 
Cuerpo aullido

desata

manos líquidas

irrumpe

en los desiertos

expande

un vacío en cascada

sobre el mundo

Cuerpo aullido

refleja

la pared invisible

desesperados rituales

enlazan humanidad

el grito en el ritmo

las piedras los mares

susurran secretos

al cuerpo

confinado

a su vasta prisión

Sigilosa bravura

aúlla.
 
 

 
Para continuar leyendo, cliquear sobre este link: Cuerpos en cascada. Caligrafías en danza
 
 
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 CALIGRAFÍAS EN DANZA 2020

En el proyecto  Caligrafías en danza  entrelazamos nuestros oficios, vivencias y recorridos diversos y afines desde la danza y la escritura poética. Nos proponemos indagar por medio de esta columna: “Caligrafías en danza”  las variantes del cuerpo y su devenir en sus infinitas versiones y manifestaciones. Para ello nos servimos de una coreografía textual y vivencial entre la imagen y la palabra, el texto y su contexto, el cuerpo y el significante. La erótica de los cuerpos textuales/danzantes conviven en un caos de iteración como motor vital. La danza adviene como un reservorio poético.

En esta primera entrega compartimos un texto escrito por Laura Szwarc.

 

Baila a tu manera 

 

 

"El sitio de la danza está en las casas,

en las escuelas, en la vida toda".

 

Maurice Béjart


"El cuerpo humano realiza proezas, posee gracia,

picardía, dignidad y otras muchas capacidades,

pero también resulta intrínsecamente trágico

como no lo es ningún cuerpo de animal

(ningún animal está desnudo)".

 

John Berger


En continua exposición. Coreógrafos constantes, bailarines: eso somos las 24 horas del día, sabiéndolo o no. Cada cuerpo, público y privado, en variaciones. En la quietud y el movimiento.

El cuerpo habla por nosotros. ¿Cómo, quién, dónde? Mi cuerpo, posible de ser tocado por mí y por otros, ¿dónde está? Me envuelve, me abriga, ¿me domina? A la vez, ¿quiénes dominan mi cuerpo? Corporeidad/carnalidad en permanente cambio. Sigo diciendo "mi cuerpo" a éste de ahora que ha desplazado a aquél que balbuceaba, que aprendía a caminar, a éste de hoy ya tan distinto...

"Yo soy otro" decía el joven poeta Arthur Rimbaud. ¿Sólo otro o múltiples otros?, le preguntaría. Porque el cuerpo me hace, me es, me tiene y a la vez es dominado, colonizado, según el lugar que haya nacido, el grupo social al que pertenezca, el estudio y el trabajo que haga, según el clima, según las miradas recibidas que nos sostienen o nos hacen caer. Así, la mirada toca.

Al poner la palabra "tocar", aparece lo palpable e impalpable. Puedo tocar tu mano, pero no puedo tocar tu movimiento ni tu palabra. Sí puedo hacerlo metafóricamente: una palabra que me lastima, me hiere, me "da en el hígado". Una frase desagradable me quiere hacer llorar, me aguanto y "me atraganto".

Al trabajar, los cuerpos hacen las diferencias. Quienes están trabajando en una fábrica ocho horas o más, reiterando un mismo gesto, están en esa forma de encierro. Los vendedores, sin sentarse durante horas, quietos, adquieren otro modo de moverse.

Quienes están en las escuelas, maestros y alumnos, en quietud durante las horas del aula y en un desparramarse, arrojarse, en los intervalos de recreo. Encerrados en nuestro cotidiano. También estamos muchas veces encerrados en un puñado de prejuicios y dogmas.

Para continuar leyendo, cliquear sobre el enlace:  Caligrafías en danza

 

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Tonicidades


La palabra corporal. Archivo de fragmentos

“El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro. Es como si tuviera palabras a guisa de dedos, o dedos en la punta de mis palabras" (Barthes, 1987, p.82).

A partir de la eutonía propuesta por Gerda Alexander nos proponemos palpar las palabras. Explorar el continente para abordar la vivencia más allá del contenido. Percibir, imaginar, pensar la caligrafía de/en la escritura como un islote en danza. Un roce coreográfico del trazo donde varios aspectos son derivados de la experiencia.



Este ejercicio propone habitar lo micro para expandir el trazo, engordarlo, ensancharlo, airearlo, inflarlo, aumentarlo, estirarlo y así el etc. involucrando todo lo vital posible en uno hacia lo otro.



La primera experiencia/vivencia es el trazo de la palabra “caligrafías en danza” con los ojos cerrados. Pese a que la hoja tiene renglón/línea, la idea es ver, qué ocurre más allá de ese límite. Cuantos más participantes y repeticiones se hagan de la experiencia, más contingencias irán aconteciendo. Sin embargo, es posible a partir de ello, armar...



En esta ocasión, el ejercicio consiste en volver a los ojos cerrados para ralentizar, primero, y acelerar, luego, los trazos con la palabra “caligrafías”.


Para continuar leyendo, cliquear sobre el enlace Caligrafías en danza. Tonicidades
 
 
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